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Crisis no limita el espíritu empresarial

El espíritu empresarial sigue floreciendo entre los jóvenes puertorriqueños, y muchos continúan enfocados en expandir sus negocios, pese a múltiples retos y a la depresión económica.

Muestra de ese tesón lo son los tres finalistas de la recién edición de “Travesía al Éxito Empresarial”, que auspicia Plaza Las Américas y MasterCard, y cuyo ganador se escogerá esta semana. Estos son: Josie Arroyo, creadora de la línea de tarjetas y accesorios Bien Cool; la pareja formada por Sofía Cáceres y Amaury Ortiz, propietarios de Finca De Rústica; y los hermanos Alan y Néstor Taveras, fundadores de Brands of Puerto Rico.

Arroyo empezó a confeccionar tarjetas como un pasatiempo en el año 2013. Estudió Publicidad en la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Carolina y una Maestría en Periodismo Investigativo en Florida International University en Miami. Ante la acogida de sus tarjetas, creó la marca, le dio formalidad al negocio y añadió otros artículos, tales como agendas y libretas, todos siguiendo el distintivo de Bien Cool, que son los ocurrentes mensajes que la propia empresaria desarrolla.

“La marca Bien Cool quiere hacerte reir, que su vocabulario te saque una sonrisa”, comentó Arroyo. El negocio tiene ya un centenar de puntos de venta, desde farmacias de la comunidad y algunos Walmart, hasta tiendas de conveniencia en gasolineras. “Nos hemos concentrado en crecer en sitios no tradicionales para la venta de tarjetas, como las gasolineras. Cuando me llamaron para vender en las estaciones, yo no veía el producto allí, pero hice el experimento y ha funcionado”, confesó.

La línea va dirigida al mercado femenino, sobre todo a chicas entre las edades de 24 a 35 años, y está en expansión para incluir artículos como tazas, cojines y bolsos. Hace dos meses Bien Cool abrió una tienda en la calle San Justo del Viejo San Juan y Arroyo anhela tener también una carreta en Plaza para que la gente conozca aún más la marca y poder así aumentar el volumen de ventas del negocio. PRODUCTORES DE FLORES. Cáceres y Ortiz se iniciaron en la producción de flores, casi sin proponérselo. En el 2012 la pareja se mudó a Naguabo, donde recién habían comprado un predio de casi 10 cuerdas, que había sido una vaquería, pero que estaba en total abandono. La idea de adquirir la finca fue de la madre de Sofía, Janira Nazario.

Ortiz se graduó de Biología en la UPR en Mayagüez y tiene estudios en Agronomía, mientras que Cáceres estudió Bellas Artes en la UPR de Río Piedras. El dúo comenzó sembrando plátanos y para decorar los alrededores de la casa plantó girasoles. Para su sorpresa, los girasoles se dieron muy bien, lo que los animó a sembrar más, investigaron el mercado de flores en la Isla y contactaron floristerías del área este para ofrecerles algunas flores, pero a pequeña escala.

En el 2015 tuvieron una sobreproducción de girasoles y decidieron invitar al público a su finca para mover la venta. “La fila era enorme, llegó gente de todas partes, los que hacen turismo interno, los que querían comprar”, relató Cáceres. Un comprador de Walmart también se les acercó y desde hace seis meses le suplen directo a la megacadena.

Aunque el girasol se produce todo el año, el exceso de lluvia afecta su cultivo, por lo que los propietarios de Finca de Rústica experimentaron con la siembra de las zinnias, que son más resistentes a la lluvia. Cáceres aclaró que la finca no está abierta al público, solo lo hacen en ocasiones particulares, cuyas fechas anuncian previamente en su página de Facebook.

Al presente, tienen dos empleados, incluyendo a un joven maestro de Educación Física con una Maestría en Recreación y Deportes. Cáceres indicó que quieren tener una carreta en Plaza dedicada a la venta de flores, y que la mayoría de ellas se produzcan aquí. Además de las que siembran en Finca de Rústica, el dúo tiene alianzas con otras fincas en Santa Isabel, Peñuelas y otra en Naguabo, para suplir la demanda. VENDEDORES DE MARCAS. Los hermanos Taveras convirtieron una situación negativa en un negocio rentable. “A principios de 2014 cuando los bonos de Puerto Rico cayeron a chatarra vimos una oportunidad. La gente se estaba yendo y sabíamos que cuando uno está lejos de su país le entra la nostalgia y extraña más los productos de la Isla. Dijimos: ‘vamos a crear un puente entre lo de aquí y los de allá’”, contó Alan.

A mediados de 2014 arrancó operaciones Brands of Puerto Rico con una treintena de empresarios, que hoy ya suman 65, entre ellos las compañías Rovira y Filler. “Nosotros no guardamos inventario. Cuando el usuario paga por paypal, el 80% del dinero le llega al empresario y el 20% a nosotros”, explicó Alan, quien indicó que entre los dueños de negocio “hay gente que lleva 30 años sembrando café y universitarios que hacen artesanías”.

Los artículos con mayor demanda son los productos de comida y los de belleza, pero también hay trajes de baño, gorras, t-shirts, artesanías y más. “Nos enfocamos en que el diseño y las marcas sean de aquí”, dijo Alan, al aclarar que no todos los productos se manufacturan en Puerto Rico.

Señaló que el fuerte del negocio es “el concepto agregador, un punto de venta de marcas locales”. Al tener una carreta en Plaza podrían ayudar a crecer a las empresas que participan en Brands of Puerto Rico, pero sobre todo, procurarán que el consumidor conozca la calidad de estas marcas locales y pueda patrocinarlas.

Entre los premios que recibirá el ganador del certamen está la operación de una carreta en Plaza Las Américas libre de costo por seis meses, además de $5,000 en una tarjeta MasterCard.


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